Córdoba obrera
Pauta Oficial para todxs: información plural, diversa y federal
Salirse de las lógicas del mercado privado de la publicidad, es urgente. Mientras el Estado sigue sosteniendo a los «grandes medios» con miles de millones de pesos, los medios cooperativos, comunitarios y alternativos se sostienen por el precio de un poco de lechuga y un café con leche.
Por Redacción ACN • 30/04/2022 00:00 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
En algún momento soñamos con una «Ley de Medios» que pluralizara las voces y el acceso a los medios de comunicación y que desarticulara esos grandes mercados de la información.
Se llamó (o se llama) la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y ahí está intervenida por un par de DNUs que nos dejó el macrismo y la falta de articulación y revisión técnica del Estado ac.
Y sin embargo, si algo bueno trajo la LSCA, fue el nacimiento y esparcimiento de numerosos medios comunitarios, barriales, cooperativos, que encontraron grietas desde donde colarse y asentarse.
Sea un medio digital de una persona que comunica desde las redes, un diario que transmutó del papel a lo digital o a lo híbrido, hasta una cooperativa que logró una licencia radial, la verdad es que algunos lograron armarse una comunidad de seguidores y una voz propia.
El tema, es subsistir en un país donde la publicidad responde a una lógica de mercado que no muchos medios quieren implementar por obvias razones.
Entonces, se abren canales alterativos de sostenimiento como suscripciones, polladas para mantener radios comunitarias, colaboración a través de plataformas de crowdfunding o la diversificación del trabajo cooperativista (con espacios de talleres, cursos, oficios, etc.).
O se opta por la tan esperada Pauta Publicitaria Oficial, un derecho que debería garantizar la pluralidad democrática de voces.
Se supone que a diferencia de la pauta publicitaria comercial, que responde a ciertas lógicas de mercado que silencian o posicionan algunas temáticas a favor del cliente, la Pauta Oficial debería apuntar a la ciudadanía y sus intereses. Se espera, entonces, que el gobierno promueva la libertad de expresión y el derecho a la información.
En esto, los medios comunitarios muchas veces se salen de las lógicas de las agendas empresariales y empiezan a plantear temáticas sociales profundas, que los medios-empresas no suelen (o no quieren) reflejar.
Es así como realidades diversas, de lo que se llama románticamente «el interior del interior», se plasman a través del trabajo comunitario de radios zonales o medios alternativos.
Sin embargo, la realidad del sector comunicacional en Argentina muestra alarmantes datos.
No se vive de ensalada
Esto lo comparten compañeres de El Grito del Sur:
«El sector digital es el que recibió más pauta: $1.740.827.858, por encima de las televisoras abiertas, de cable y del interior. Pero cuando se observa con lupa el detalle, la repartición es llamativa. Entre los primeros cinco beneficiarios de pauta digital destacan Facebook, YouTube e Instagram. 306 millones de pesos entre enero y agosto para Google y Zuckerberg, los principales ganadores del ecosistema de financiamiento digital en comunicaciones que otorga el Estado».
Es decir, el gobierno nacional invierte pauta publicitaria en un sector digital extranjero. Miles de millones que podrían ser una fuente de sustento y crecimiento para medios digitales zonales, de fuentes de trabajo locales.
«Si se observan los medios tradicionales, los primeros que aparecen en la lista no sorprenden y replican de manera idéntica el esquema de prioridades del macrismo: Infobae ($99.163.101), Clarín ($77.341.413) y La Nación ($60.885.246)».
De este adato, El Grito del Sur hace un cuenta simple y nos dice que «mientras la web de Clarín recibe 322 mil pesos diarios, un medio popular recibe alrededor de 700 pesos, el mismo valor que dos cafés con leche con medialunas o un kilo y medio de lechuga».
No se vive de ensalada, pero menos se vive de sólo un kilo y medio de lechuga diarios.
El trabajo de los medios alternativos
Algo que se viene discutiendo en las mesas de trabajo sindicales y de las confederaciones, es que los medios alternativos, cooperativos o comunitarios no son «medios chicos«.
Desde un imaginario hegemónico, se maneja este discurso de que «los grandes medios» se llevan la mejor parte de la torta por su trayectoria y su llegada. El resto son «medios chicos» de poca tirada, poca audiencia, pocos años.
La verdad es otra.
Cabe destacar entonces, por ejemplo, que sólo en la Red ACN tenemos a Tribuna Bell Ville con 91 años, La Jornada ya llegó a los 20 y La Unión Regional ya casi cumple los 30.
No son chicos para nada. Si no es en tirada en papel, de manera digital abarcan no sólo los corredores de Zona Sur, Punilla, Sierras Chicas, respectivamente, sino que llegan a toda la provincia.
Después hay muchos otros medios para mencionar: La Ranchada, con 33 años al aire; Comercio y Justicia con alrededor de 20; Radio Revés de la UNC, con 21 años.
Estos medios digitales, radiales, web o de otras plataformas que conviven en el ecosistema comunicacional, crean sus propias audiencias y comunidades que los buscan específicamente por el tipo de «nueva agenda» o «voz especializada» que brindan.
Entre ellos podemos mencionar organizaciones que contienen y acompañan a periodistas y medios alternativos, como la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (FADICCRA), Coordinadora Nacional de Televisoras Alternativas (CONTA), Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA), Federación Gráfica Bonaerense (FGB), Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), Sindicato de Prensa de Rosario (SPR), Red de Medios Digitales (RMD), Diario El Ciudadano y Tiempo Argentino ambos integrantes de la Red de Diarios Recuperados, y Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (SIVENDIA).
Esto es sólo un vistazo de la variedad de voces que se nuclean en este reclamo, ya que detrás hay distintas radios, diarios, periódicos, webs, que buscan una distribución justa de la Pauta para un crecimiento democrático, federal y plural de los medios.
También es necesario que se rompa con esta concentración de poder económico de los «grandes» (que engorda la propia Pauta Oficial) y que se genere un ecosistema de medios que permitan un acceso diverso y fortalezca la territorialidad de la comunicación desde espacios culturales, comunitarios, educativos, deportivos y otros.
Porque la meta principal del Estado debería ser promover y garantizar el ejercicio del derecho a la información y participación ciudadana.
“El objetivo es poner en discusión los criterios de distribución. No puede abordarse solamente desde una mirada comercial privada, sino que debe atender a promover la pluralidad de voces en todo el territorio nacional”.
Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren)
Compartimos la campaña #DemocratizarLaPauta, llevada adelante por la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios, un plan de lucha contra la inequidad del reparto de la pauta oficial y por el derecho al acceso de fuentes económicas que permitan el crecimiento y el fortalecimiento del periodismo social y libre.
Fuentes:
https://elgritodelsur.com.ar/2022/02/las-miguitas-son-de-nosotros-las-pautas-son-ajenas.html
https://latinta.com.ar/2021/03/distribucion-pauta-oficial-concentracion/
https://www.cispren.org.ar/hacia-una-distribucion-federal-justa-y-equitativa-de-la-pauta-oficial/
https://elresaltador.com.ar/democratizar-la-pauta-publicitaria-para-federalizar-las-comunicaciones/
https://elresaltador.com.ar/proponen-federalizar-y-democratizar-la-pauta-publicitaria-de-la-nacion/