Género y Diversidad
Las brechas de género en las provincias argentinas
La Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género presentó “Las brechas de género en las provincias argentinas” en la previa al plenario 2023.
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Por Redacción ACN • 11/05/2023 09:07 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
La Secretaría de Política Económica, a través de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIyG) trabaja, desde su creación, en el diseño y la evaluación de políticas públicas para reducir las brechas de desigualdad por motivos de género, particularmente en la esfera económica.
En un país diverso y federal como la Argentina, este trabajo requiere de una articulación permanente con las provincias. Los Gobiernos provinciales son la primera cara del Estado ante los problemas, incluidos aquellos que se derivan de la desigualdad, a la vez que constituyen espacios privilegiados para dar respuestas. Por este motivo, en agosto de 2020, la DNEIyG impulsó la creación de la Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género, que reúne a ministras, secretarias y equipos económicos de todas las provincias, con el objetivo de acelerar la igualdad de género en materia económica.
La Mesa Federal impulsa el desarrollo de herramientas de la economía feminista aplicables a la gestión, tales como el diseño de indicadores, presupuestos con perspectiva de género, y la promoción de medidas que inserten más mujeres en sectores estratégicos de la economía y que promuevan su inclusión financiera. Desde su creación se incorporaron a la mesa las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Tucumán y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se realizaron 11 reuniones plenarias y 34 bilaterales.
Estas reuniones de articulación y trabajo posibilitaron profundizar el intercambio para generar nuevos diagnósticos sobre las desigualdades, fortalecer las herramientas de gestión y, sobre todo, diseñar e implementar políticas públicas que generen más empleo y de mejor calidad para las mujeres y personas trans, y que fortalezcan sus ingresos, y su autonomía económica y financiera. Los intercambios tienen una traducción concreta en la realidad cotidiana de las provincias.
En el plano presupuestario, 18 provincias avanzaron con iniciativas de Presupuesto con Perspectiva de Género y Diversidad y 19 provincias desarrollaron indicadores con enfoque de género.
En el plano productivo, 9 provincias desarrollaron políticas de promoción de las mujeres en la construcción y el transporte urbano, 3 en la minería, 4 crearon iniciativas de inclusión de mujeres y niñas en el sector tecnológico, 6 crearon líneas de crédito para emprendedoras o iniciativas de inclusión financiera para mujeres y 6 implementaron programas de infraestructura en cuidados.
En suma, se desarrollan 28 políticas de promoción laboral y productiva de las mujeres en 17 provincias argentinas (DNEIyG, 2023iii). Entre ellas, 2 incluyen incentivos para la inserción laboral de travestis y trans. Por su parte, en el plano de acceso a la salud, 8 provincias cuentan con leyes o programas de Gestión Menstrual. A su vez, desde el Gobierno nacional se desarrollaron políticas de inclusión de las mujeres en el proceso de reconstrucción económica como Registradas, el régimen de promoción de generación de empleo para el Norte Grande, la Ley de Economía del Conocimiento, y los programas Emprender Mujeres y Producir Con Equidad, entre otras (DNEIyG, 2023ii). Estos esfuerzos mancomunados se ven reflejados en los indicadores de empleo, actividad y desocupación de las mujeres en Argentina.
En el 2do trimestre de 2022 las mujeres alcanzaron valores récord de empleo y actividad, 47,7% y 51,7%, respectivamente y esta tendencia de crecimiento se mantiene: en el 3er trimestre de 2022, la tasa de actividad de las mujeres fue de 51,1% y la tasa de empleo de 47,1%. A su vez, en el mismo trimestre, en 11 provincias la tasa de desempleo para las mujeres está por debajo del 5,0%.
La desigualdad de género en la Argentina, como en gran parte del mundo, tiene un carácter estructural que se expresa en múltiples dimensiones. La ausencia de una lectura con perspectiva de género de la información disponible contribuía a la invisibilización de fenómenos económicos que impactan con particular fuerza sobre las mujeres, como la feminización de la pobreza, la crisis de los cuidados, la segregación ocupacional horizontal y vertical, entre otros. Si bien su impacto es más marcado en las mujeres, sus efectos trascienden a esta población y perjudican a la sociedad en su conjunto, privándola del talento de la mitad de la población, de la infraestructura en cuidados necesaria para su correcta reproducción y, en general, de las herramientas necesarias para el desarrollo en el largo plazo. Los indicadores de género permiten visibilizar y monitorear las inequidades en el plano económico y productivo entre las mujeres y los varones. Medir la desigualdad es un paso ineludible para delinear intervenciones y generar herramientas efectivas. A tres años de la creación de la Mesa Federal, la Secretaría de Política Económica, a través de la DNEIyG, pone a disposición la segunda edición de este Anuario, donde se presenta la continuación de una serie de indicadores desagregados a nivel provincial, con el objetivo de que sean utilizados por funcionarios y funcionarias a nivel federal.
Esta publicación, además, recopila indicadores de brechas de género a nivel nacional y las principales ramas de actividad de cada provincia. La fuente utilizada para la elaboración de los indicadores es la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC) – Total Urbano para el tercer trimestre de 2022. Esta extensión de la EPH, que se realiza los terceros trimestres de cada año, comprende una muestra ampliada, que contiene a los 31 Aglomerados Urbanos habituales e incorpora a las localidades de 2.000 y más habitantes de todas las provincias del territorio nacional. De esta manera, permite un nivel de desagregación mayor que habilita las estimaciones a nivel provincial. En este sentido, pretende servir a la elaboración de diagnósticos que permitan diseñar mejores políticas públicas con perspectiva de género.