COVID-19

A otro lado con ese cuento

Por Al Revés • 07/07/2021 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 2 minutos

La semana pasada, la oposición y los medios hegemónicos lograron instalar como drama nacional el problema de los varados en el exterior. La crítica a las restricciones aplicadas por el gobierno nacional colisiona con las medidas tomadas por el resto del mundo, en donde solo hay tres destinos que tienen sus fronteras completamente abiertas al turismo.

Ante las restricciones al turismo y a los vuelos, Argentina es presentada como «la peor de todas» a pesar de que el resto del mundo aplicó medidas similares.

Desde que el gobierno nacional implementó una serie de medidas tendientes a controlar y evitar el ingreso al país de la variante Delta, emergieron a borbotones las críticas de la oposición liderada por Juntos por el Cambio. Al coro se sumaron – cuándo no – los medios hegemónicos que se encargaron de instalar el drama de “los varados” en el exterior como “el drama” nacional y hablaron de “cepo” a los vuelos.

A pesar de que la restricción no impide el regreso de les argentines – solo regula la cantidad, 600 personas por día hasta el próximo viernes – el operativo político-mediático consiguió que la medida sea percibida como arbitraria, ridícula y exclusiva de nuestro país. Si bien la disposición afectaba a menos del 1% de la población – aquellos que eligieron/tuvieron que irse de Argentina – el problema fue presentado como si involucrara a una mayoría nacional que termina siendo víctima de un Estado que los abandona y que los castiga por tener la posibilidad de viajar.

Lo cierto es que los datos difundidos por la Organización Internacional del Turismo indican que Argentina es uno de los tantos países que decidió implementar restricciones en el marco de la pandemia. Según el organismo, solo hay tres lugares que tienen sus fronteras completamente abiertas al turismo: Albania, Costa Rica y República Dominicana. El 34% de los destinos registran cierres parciales y el 29% tiene cerradas sus fronteras de manera total al turismo.

Debido a la presión que están ejerciendo las compañías aéreas comerciales, el gobierno nacional analiza flexibilizar el número de pasajeros que podrán ingresar al país luego del viernes – fecha en que vence la medida – pero mantendría la restricción general. Lejos de intentar avanzar sobre libertades individuales, el objetivo es impedir que la variante Delta se propague y provoque un aumento exponencial de casos como lo hizo en Reino Unido, Portugal y Estados Unidos.