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El desafío de las tarifas

Mientras el gobierno nacional define el proyecto de desdolarización que prometió en campaña, algunos especialistas reconocieron el impacto positivo que tendría en el bolsillo de los usuarios. Otros ataron la factibilidad de la propuesta a acuerdos políticos y a las condiciones macroeconómicas de nuestro país.

El gobierno nacional busca quitar el «verde dólar» de las tarifas para aliviar el bolsillos.

Tarifas justas, razonables y asequibles que permitan la sustentabilidad productiva y la justicia distributiva: el sueño de gran parte del pueblo argentino. La promesa de campaña fue reiterada el lunes pasado por el presidente Alberto Fernández durante la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación. ¿El plan? Desdolarizar las tarifas y adecuarlas a una economía que tiene sus ingresos en pesos.

Aunque todavía no se conoce concretamente en qué consiste el proyecto, lo que sí se sabe es que, sin el congelamiento de tarifas que rige hasta hoy producto de la crisis desatada por la pandemia, el aumento del gas hubiera sido de 1800% desde 2015 hasta hoy. De acuerdo a lo que detalló la abogada Valentina Enet, el dólar funciona como valor de referencia para el gas que Argentina compra en el exterior. “Macri tomó el precio del gas licuado que importábamos – que vale 7 veces más que el resto – y se lo trasladó al gas argentino”, explicó en diálogo con Al Revés.

Frente al brutal golpe al bolsillo, la desdolarización se presenta como una luz al final del túnel. “Es una cuestión de sensatez para impedir que, precios tan claves de la economía como son las tarifas, tenga saltos bruscos por el tipo de cambio”, analizó Nicolás Pertierra. Para el economista de CESO, la renegociación de los contratos de algunos servicios públicos como el gas y la energía eléctrica representan una salida, no sólo para evitar las consecuencias de las devaluaciones, sino “las devaluaciones” en sí.

Con una mirada más precavida, el periodista especializado en Energía, Nicolás Gandini, consideró factible el proyecto siempre y cuando “la política se ponga de acuerdo”. “No es menor que vos pesifiques esos contratos. Hay muchos intereses que están ejerciendo presión”, advirtió en diálogo con Al Revés. “Si vos tuvieses un país con macroeconomía estable, con poca inflación y con un tipo de cambio estable, uno podría decir pesificar todo”, teorizó.

Nuevo sistema tarifario, nuevas variables

Desde Ciudadanos contra el Tarifazo de Córdoba, adelantaron que la iniciativa oficial busca “cambiar totalmente el régimen”. Además del consumo, el gobierno nacional estudia incorporar otros elementos como la ubicación geográfica y la capacidad contributiva de los usuarios. “Uno advierte que los barrios más pobres pagan facturas que son cinco veces mayor de luz que en el country Las Delicias, por ejemplo. Tienen artefactos más viejos, que muchas veces no funcionan bien y que no son de bajo consumo”, remarcó Valentina Enet, integrante de la organización.

Por su parte, Nicolás Gandini evaluó como más posible que se dé la discusión en el área de generación de energía eléctrica, pero vio más complicado avanzar en el segmento de exploración y producción de gas en boca de pozo: una tarea que se realiza con equipamientos e infraestructura de empresas multinacionales. “A una empresa china o alemana, no le podes pagar en pesos”, opinó el director de EconoJournal.

Frente a esto, la especialista en derecho administrativo, Valentina Enet, dejó trascender que la Secretaría de Energía de la Nación está negociando el precio del gas argentino con las empresas y su sectorización para poder formular un “precio testigo para los usuarios”. “La tarifa del gas empuja hacia arriba las otras tarifas. Es la madre del cordero para todo el problema energético”, finalizó.

Fuente: Al Revés