Cultura

El tunga-tunga en un piano saltarín: 32 años sin Leonor Marzano

Hoy se cumplen 32 sin la madre del cuarteto. Leonor Marzano puso música a una identidad y a un territorio. La banda sonora a la mejor versión de Córdoba: una provincia fiestera y luchadora, migrante, plebeya, talentosa y popular. El tunga-tunga que todavía nos acompaña, sigue sonando en cada rincón del país.

Por Redacción Enfant Terrible. RMD • 19/01/2023 22:53 • Tiempo estimado de lectura: 2 minutos

Oigan, señores, yo les quiero así contar
Con muchísima emoción dónde nació mi canto
Chispa, tonada, piano, bajo y acordeón
Así tocaba Leonor, ritmo de cuartetazo

Córdoba recibió de sus manos el ritmo pegadizo que la dota de una identidad única. El cuarteto nos define sin límites y puebla nuestros barrios populares al son del tunga-tunga, hablando de nuestra historia, de nuestros amores y desamores, de nuestra cotidianidad. El cuarteto rinde hoy otro homenaje a Leonor Marzano, la madre que nos parió.

Marzano nació en Santa Fe donde vivió hasta los 9 años. Tras quedar huérfana de madre se mudó a Córdoba junto a su padre, Augusto Marzano obrero ferroviario hijo de migrantes italianos y aficionado a tocar el contrabajo. De la mezcla de ritmos y ramas familiares ítalo-españolas Leonor fue tomando, como una travesura que cobraría una dimensión todavía insospechada, el ritmo del pasodoble y el tempo de la tarantella. Al poco decidió dejar los estudios y dedicarse por completo al piano.

Junto a su padre, Leonor Marzano dio lugar al primer conjunto de aquello que todavía no tenía nombre y que revolucionaría la música popular de todo el país. En 1943 se suma al dúo familiar un viejo amigo de don Augusto, el acordeonista Miguel Gelfo y el violinista Salvador Saracho, ex integrantes del grupo «Los Bohemios». Se armó el baile y deciden llamarse «Cuarteto Característico La Leo» en honor a la joven pianista.