Género y Diversidad
Jessi, la superheroína de las niñeces travesti-trans
Jessi está por cumplir 10 años. Eligió su primer nombre por una serie de Disney que veía junto a su hermana Anto cuando eran chiquitas. “El segundo es Macarena, por la canción”.
Por Redacción Feminacida • 17/11/2022 06:41 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Las tías travas se acomodan y pasa la niña delante de la bandera. De repente hay una hipnosis fugaz en la Marcha Plurinacional Antirracista contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios. Una especie de magia y alivio, de honra y fascinación. Pero la pisada apura y hay que seguir.
La niña posa para las cámaras mientras camina. Cada tanto gira sobre su espalda e intenta buscar la mirada que sigue detrás de la cola de su vestido, que por cierto es bien larga. Ahí está su mamá que hace lo imposible para que los tonos del atuendo se destaquen en todos sus perfiles. Rosa, blanco y celeste: los colores del orgullo trans. Los mismos que la niña luce en el antifaz pintado que la cubre de sien a sien. La niña se encuentra en los ojos de su compañera, se voltea para marchar y canta.
“Lo dijo Lohana y Sacayán, al calabozo no volvemos nunca más”, grita. Intenta juntar las manos alrededor de su boca, pero con la derecha no puede porque con ella sostiene un paraguas multicolor que pregunta por Tehuel. No se rinde y prueba con su mano izquierda. Quiere que el eco de su voz llegue más lejos e insiste: “Olé olé, olé olá”.
El encanto del inicio persiste, pero no es ni un sueño, ni una fantasía. Ni la aparición de una santita popular aunque deje algunas señales de fe. Las niñeces travesti-trans existen y también resisten.
Nace una flor, todos los días sale el sol
—Si tuvieras que presentarte, ¿cómo lo harías?
—Como Supertravita.
—¿Y quién es Supertravita?
—Mi nombre artístico.
—¿Y por qué lo elegiste?
—Porque es una superhéroe que yo inventé de chiquita
—¿Y cómo te llamás?
—Yo me llamo Jéssica.
Jessi está por cumplir 10 años. Eligió su primer nombre por una serie de Disney que veía junto a su hermana Anto cuando eran chiquitas. “El segundo es Macarena, por la canción”, aclara mientras copia el pasito de ese baile tan popular, de esa canción que siempre coincide con alegría, que siempre rima con fiesta, que siempre estampa una sonrisa en los rostros de quienes la menean.
Jessi le abrió los ojos al mundo el 2 de septiembre de 2012. Unos meses antes se sancionaba y promulgaba en Argentina la Ley de Identidad de Género. Vive con sus cuatro hermanes, su mamá y su papá en Castelar, al oeste del Conurbano bonaerense.
“Desde la panza hizo lo que quiso”, cuenta Araceli, su mamá, quien recuerda que durante el embarazo los médicos vaticinaron que su bebé sería una nena por cómo se mostraba en las ecografías.
Si bien la sorpresa llegó al momento del parto y tuvieron que cambiar a un nombre de varón, la niña eligió su género unos años más tarde. “Si dejo de usar mi nombre anterior para llamarme Jessica, ¿vas a amarme igual?”, le preguntó a su abuela con apenas cuatro años. Y claro que iba a amarla de la misma manera. “Lo único que te digo es que vamos a tener que pelear”, respondió Marcela.
FUENTE: Feminacida. Por VICTORIA EGER. Nota completa: https://feminacida.com.ar/supertravita/