Córdoba independiente

La Lectora: 27 ferias de Libros Son y contando

Con sólo cruzar una plaza o cualquier espacio público, te podés encontrar la magia en gente vendiendo libros, fanzines, incunables reimpresos, libro-objeto, piezas artísticas poéticas, y mucho más.

Por Utz Gregorczuk • 07/05/2022 00:05 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

Atravieso la plaza de la Intendencia y veo la feria. 

Algo me llama la atención: todas las personas que están ahí venden libros. Me detengo, dudo, llego tarde a clases. Me encojo de hombros, son libros, no hay nada que hacer: me pongo a leer títulos, contratapas, a sentir el olor de las páginas. 

Hay muchos autores que no conozco, títulos que en mi vida había leído. Incluso encuentro incunables reimpresos y pirateados, encuadernados por sus propixs piratas.

Mientras leo una obra hecha a mano, en mi cabeza se abre un mundo enorme y nuevo: no hace falta una “feria del libro oficial y con toda pompa”, no hace falta una vitrina, se pueden feriar libros en una plaza, entre un grupo de gente amiga.

Y, otra noción que me rompe en la cabeza: no hace falta una enorme editorial hegemónica para publicar tus cuentos, poesías, ilustraciones o relatos. Libros Son abre la puerta al “hágalo usted misma” y al “puede hacer un libro con una editorial independiente”.

Además hay talleres y te enseñan a hacer fanzines, a diseñar y maquetar, te explican ellxs mismxs cómo autopublicarte y el concepto me parece fantástico.

Y como Lectora y escritora, descubro un mundo completamente nuevo.

Una flaca de sonrisa hermosa y ojitos amables me observa, se acerca y me pregunta si alguna vez estuve en una Libros Son. Se nota que mi cara de paspada delata que recién estoy cayendo en Córdoba y le explico que hace poco volví a la provincia a estudiar.

Se llama Flor, la Flor López Pezé, un ícono de las primeras Libros Son. Editora, encuadernadora, la primera usuaria de programas de libre licencia que me cruzo en mi vida.

Al tiempo en los espacios culturales cruzaré caminos con Eva Sánchez, en un taller de encuadernación en el Teatro La Luna y de la mano de ella pasaré por otras ferias, editaré mi primer libro junto a otros compañeres. 

Pero ese día ya conozco a varios personajes de los «principios librosoneros», entre ellos Fede Fantasía, Rami Pros y Tino Quer. Y Flor me abre ese mundo nuevo, explicándome que la gran mayoría son libros de autor, hechos por les escritores o por editores independientes y/o autónomos.

O sea, estoy hablando con lxs propixs autores y creadores ahí mismo.

De esto habrán pasado diez u once años, pero me acuerdo que el día estaba completamente gris, soplaba viento, alguien había hecho una cruz de sal entre los bancos de la plaza y la gente compartía mate o cerveza, mientras charlaban de libros, anécdotas, viajes.

Con los años voy a conocer a Nico Mila y su biblio ambulante, a Emi Gorza y sus primeros poemas (y su primer libro), Santi Mateos y sus títetes.

Además de ver crecer a las infancias, compartir con elles espacio y de algunos enterarme que ha pasado tanto, que ya trabajan o están a punto de empezar una carrera.

Muchxs librosoneros se van a volver viejos conocidos, amigues, con los cuales charlamos de la vida, de los libros, de las lecturas y de las tertulias, recitales o slams que están organizando en tal o cual lado. Muches hacen cultura de libre acceso, a la gorra o a precios populares.

Han pasado 27 Libros Son, 12 años desde su creación. Los y las primeras autoras y escritoras, van y vienen, se alejan un tiempo, vuelven con un montón de cosas nuevas, porque la base de la organización va mutando y cambia de manos, de apoyo, se organiza de manera circular y horizontal.

Las Asambleas para pensar la feria son abiertas, en espacios públicos, zonas verdes, plazas de barrios, centros culturales. Y quien va a las asambleas y se compromete, pecha el armado junto al resto. Se ponen las pilas para conseguir sonido, se prestan tablones, alguien recomienda un flete o presta un auto para llevar y traer cajas de libros.

A veces los podés encontrar en otras provincias, en el medio de alguna plaza en algún valle, durante muchos años viajaron y traían literatura independiente de todo el país, desde Ushuaia a Jujuy.

Una riqueza de letras que hoy forma parte de mi biblioteca creciente y diversa, con voces de todo el territorio argentino y de países vecinos.

Porque claramente, si mi biblioteca no está llena de clásicos y se ha alimentado de editorxs, autorxs y creadorxs independientes y autónomos, es porque la Libros Son ha construido su espacio en las estanterías. 

Desde libros objeto, que se mueven, que traen historias escondidas entre sus páginas, hasta fanzines de excelente calidad o fotocopias horribles con los poemas más movilizadores que he leído en mi vida. Desde libritos perfectamente recortados, por una imprenta industrial, hasta los que tienen los bordes trabajados con trincheta y se nota la marca de les autores en los márgenes, en una huella digital que quedó por la tinta, en la costura exterior que tiene su propio método.

El tesoro librosonero es variado y completamente humano. Literatura desde el barrio, el pueblo, la emoción.

Libros Son, es el espacio cultural y social más horizontal, mutable, cambiante, peleado, pacífico, amoroso, discutido y debatible, que conozco hasta hoy.

Se organizan para dar notas, difundir, llegar al barrio, comentarle a les vecines, se hacen pegatineadas días antes y se organiza una programación de artes diversas e independientes: música, teatro, slam de poesía, debates y talleres. 

Y cada encuentro “librosonero” está construido con una magia que nunca la feria “oficial” va a lograr entre tanto mercado y derecho de autor de la right. 

Hace unos años, uno de los organizadores decía: “si las Ferias del Libro, como las conocemos como ese modelo de La Rural, son las hijas de la democracia y del modelo neoliberal, las ferias independientes son las hijas de la revolución y del caos del 2001”.

Porque muchas veces, las instituciones “oficiales” dejan afuera el laburo y el talento de quienes generan otra manera de hacer libros. La Libros Son y las Ferias Independientes, son otra manera de economía popular, que brindan acceso a artistas de distintos ámbitos, para mostrar, vender, intercambiar y difundir su arte.

Entre este sábado 7 y domingo 8 de marzo, estarán en la Casona Municipal, en General Paz y La Rioja, con una programación enorme y muchas editoriales que acompañan el evento.

Si nunca fuiste, te recomiendo que pases, quizás no sea como pasear por una plaza y cruzarte de repente una feria, pero este encuentro librosonero va a abrirte nuevas puertas a la literatura diversa, un tesoro que va a empezar a tomar las estanterías de tu biblioteca.