Medio ambiente y sustentabilidad
Los del fuego
Con focos activos en la Mesopotamia y la Patagonia, el territorio nacional no logra descansar de los incendios. Teniendo en cuenta que el 95% son intencionales, ni las medidas restrictivas ni los tributos han logrado erradicarlos.
Por Redacción Al Revés • 19/02/2022 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Desde CESO proponen un canon anual que suba fuertemente ante la incidencia de las llamas y que, a la vez, fomente la capacitación en la problemática.
Una tierra agotada
Argentina no logra descansar del fuego.
Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, durante el 2020 se informaron 1.700 focos y hubo un total de 1,1 millón de hectáreas quemadas por los incendios.
EL AÑO PASADO FUERON 2.300 FOCOS Y 330 MIL HECTÁREAS AFECTADAS.
De acuerdo al último informe del Servicio Nacional de Manejo de Fuego, hoy las llamas están arrasando territorios en la región mesopotámica y en la Patagonia.
Formosa, Misiones, Corrientes, Río Negro y Chubut tienen focos activos.
Teniendo en cuenta que el 95% de los incendios son intencionales en nuestro país, todas las miradas apuntan a las políticas públicas existentes para preservar el bosque y avanzar sobre quienes encienden la mecha.
En función de un estudio realizado por el INTA, se registró un incremento significativo en el número de incendios forestales durante la fase de transición entre el decreto de la Ley 26.331 de Bosques Nativos y el ordenamiento provincial.
ENTRE 2009 Y 2011, SE DUPLICARON LOS INCENDIOS POR CADA 100.000 HECTÁREAS DE TIERRAS FORESTALES.
Frente a la suspensión de los permisos legales para desmontar, provocar incendios intencionales y simular que estos fueron accidentales fue una de las opciones.
En lugar de favorecer la preservación de los bosques, los dueños de las tierras hicieron números y terminaron cediendo a la presión de la frontera agrícola-ganadera y al negocio inmobiliario.
Dar con la herramienta
Desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz concluyeron que – en la práctica – ni las sanciones ni los tributos con fines extra fiscales consiguieron eliminar por completo este tipo de conductas.
A través del informe “Un país en llamas”, consideraron necesario la implementación de un instrumento más complejo que fomente la capacitación en el manejo del fuego y, a la vez, desaliente las quemas intencionales a partir de una fuerte suba de los impuestos.
Puntualmente, proponen un canon anual que se pueda incorporar al impuesto rural, que se aplique en zonas de alta incidencia de incendios y que se cobre en relación a la extensión de la propiedad.
“Si hay incendio en el terreno, todo el impuesto anual se multiplica un 100%”
Nicolás Gutman, responsable del área ambiental de CESO
En cambio, plantean una reducción del 33% si las personas completan un curso de capacitación del manejo del fuego y otro 33% si no se producen incendios en el lugar durante un año.
También apuntaron a la necesidad de tribunales ambientales específicos y a una recaudación que esté destinada a fiscalizar, controlar y capacitar.
Mientras el Estado Nacional y los provinciales destinan millones de pesos para combatir el fuego, algunos continúan sacándoles el jugo a las llamas, sin contribuir en nada y durmiendo tranquilos en una tierra que no descansa.