Política y Economía

Los dueños de los precios

Los precios de los alimentos no se dispararon como resultado de la puja salarial. El empleo no creció y los ingresos del sector acumulan una caída cercana al 20%.

Por Redacción Al Revés • 23/10/2021 19:00 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

La desgracia de una economía oligopolizada permite que unas pocas empresas dominen el mercado, fijen precios y aprovechen el contexto.  

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Aceitera General Deheza, Arcor y Molinos Río de la Plata son algunas de las firmas con más ventas y presencia en Córdoba.

Amos y señores, se oponen al congelamiento de precios. Mientras tanto, remarcan los valores y continúan absorbiendo los ingresos de las familias más pobres del país.

Inflación en el espacio

Días atrás, el INDEC dio a conocer los índices de precios al consumidor correspondiente al mes de septiembre. Cuando parecía que se estaba calmando, el dolor de cabeza volvió a aparecer.

La inflación marcó el 3,5% con relación a agosto pasado y registró un aumento interanual del 52,5%. Tal como viene sucediendo, hubo un incremento mayor – del 53,4% – en el rubro “alimentos y bebidas no alcohólicas” respecto del año pasado.

En Córdoba, sufrimos la versión más fuerte: el ítem creció un 57,39% anual según la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Provincia.

El salario no es el culpable

Un informe del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) sobre la industria alimenticia en Córdoba reveló que, desde el 2013 a la fecha, el número de trabajadores se encuentra estancado y la caída salarial acumulada es de alrededor del 20%. Es decir, no es la puja distributiva la que elevó los precios de los alimentos.

La economía oligopolizada representa una parte sustancial del problema.

“Las ventas las encabezan unas pocas empresas. Al tener ese importante porcentaje de participación en el mercado, también tienen la posibilidad de fijar precios”

Pablo Díaz Almada, economista de OTES

En ese sentido, cuentan con un lugar privilegiado para sacarle el jugo a las particularidades del contexto, como por ejemplo trasladar las subas ante un posible aumento del dólar y/o de los insumos; y también aprovecharse de las pautas culturales de consumo – como lo es la carne en Argentina – y elevar su precio a niveles siderales como sucedió en diciembre pasado.

Remarcar y marcar la cancha

Ante el intento del gobierno nacional de acordar un congelamiento de precios de más de mil productos de la canasta básica por 90 días – algo que finalmente fue resuelto mediante decreto – la primera reacción de los dueños del mercado fue aceptar el “diálogo”. Pero, tras bambalinas, adelantaron subas en los valores de los alimentos.

Así lo reveló un estudio de CESO: la semana pasada se registró un incremento promedio del 1,4% en los costos de los alimentos de los supermercados. El 70% estuvo concentrado en productos secos como fideos y arroz, muy populares entre los sectores más postergados.  

En otros, el alza alcanzó el 5,3%, mientras que el precio de la yerba y galletitas escaló un 3,2% en solo siete días. Desde el centro de investigación, advirtieron que no había semejante crecimiento de precios semanales desde principio de año.

El golpecito de mercado nada tiene que ver con la pérdida de rentabilidad de las grandes empresas alimenticias. Muy por el contrario, firmas como Molinos Río de la Plata – proveedora de marcas como Matarazzo, Lucchetti, La Salteña, Cruz Malta, Nobleza Gaucha, Chamigo –  cerró el año pasado con un balance extremadamente positivo: tuvo una ganancia neta de 1746 millones de pesos.

El emporio perteneciente a Pérez Companc es una de las compañías que lidera las ventas en Córdoba. Aceitera General Deheza, Bunge, Minetti y Arcor son otros de los pulpos que dominan el mercado y manejan a gusto y piacere los precios. Casualmente, la familia Pagani – propietaria de Arcor – obtuvo dividendos superiores a los 1229 millones de pesos a fines del 2020.

Dueños de la torta, patalean frente a las medidas estatales que buscan controlar los precios mientras las mayorías más pobres ven esfumarse sus ingresos para poder comer....