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Martín Miserach: “A quién no le gustaría ser intendente de la Villa”

Por Víctor Valente (launionregional.com.ar) • 15/07/2021 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 9 minutos

El secretario de Planificación de Villa Allende es el funcionario que, según murmuran quienes están cerca del gobierno de Eduardo Romero, hace las veces de “intendente tapado”. Él lo niega, pero agradece que lo pongan como “referente” y afirma que integra un equipo “donde el Intendente está presente todos los días poniendo las pautas de la gestión”. No descarta ser candidato. Opina la oposición.

Martín Miserach, hombre fundamental en el gabinete de Eduardo Romero.

Por Víctor Valente

Martín Miserach no es otro que “el Pipo”, un conocido vecino de la Villa criado en barrio San Alfonso desde que tenía 12 años. Reside actualmente en Pan de Azúcar, es papá de dos hijos y, según aclara en la previa a la presente entrevista, quizá por cultivar el bajo perfil, nunca le hicieron una nota.

Miserach, podría decirse, es un histórico empleado de planta municipal, siempre cercano a los gobiernos de la UCR. Entró en la época de Carlos Arias en 1984, primero colaborando en el área de Hacienda, más tarde en Servicios Públicos, en Obras, y durante siete años integró el área de Gobierno, justo cuando Martín Ambort fue senador y lo reemplazó Heriberto Martínez. Con Héctor Colombo como mandatario estuvo en el control de gastos del taller, y con Romero empezó en la Dirección de Servicios Públicos, luego en la subsecretaría de Gobierno, y actualmente es secretario de Planificación y Control de Gestión, algo así como “el hombre de confianza” del ex golfista.

Luego de su viaje por Buenos Aires donde gestionó obras para cloacas, pavimentación, cordón cuneta y veredas, Miserach se sentó por primera vez a dialogar con La Unión Regional.

-Dice la calle que sos un tipo con mucha experiencia en el Estado municipal, multifacético, versátil. Se escucha también que sos el tipo que marca el ritmo o el pulso de una gestión con un intendente ausente, invisibilizado. ¿Qué decis vos?

-Me pueden tener como referente por mis años adentro, pero trabajamos en equipo donde el intendente está presente todos los días, haciendo reuniones diarias; él mismo define las pautas de la gestión. Por los años que tengo en la muni admito que puedo ser una fuente de consulta, pero nunca diría que yo manejo las decisiones. Además hay un bloque de concejales que apoya y acompaña la construcción del perfil de la gestión.

-Justamente, porque te ha tocado transitar gestiones con políticos de raza como Ambort o Heriberto, buena parte del vecindario te observa dentro de éste gobierno que carece de esos liderazgos. ¿Qué perfil y qué políticas de Estado tiene la gestión Romero?

-Yo te puedo hablar de la gestión en la que estoy ahora y de éste intendente, que a diferencia de otros, no viene de la política, sino del deporte con un perfil muy social, y ese es el perfil que él aplica en la gestión. Me atrevo a decirte que la visión de Eduardo de la Villa, con la complicación pandémica, es vecinalista, con todo lo complicada que es la problemática de la ciudad al estar pegada a Córdoba, donde rebotan vicios de ciudad grande como inseguridad, tránsito, crecimiento. Y en cuanto al perfil político, estamos enfocados en las obras de cloacas, en continuar con el mejoramiento del Centro de Atención Primaria Josefina Prieur; en mejorar la calidad de vida a través de los servicios prestados en los barrios; y en llegar a la mayor cantidad de lugares con cordón y asfalto, además de encarar políticas ambientales.

-¿Podés precisar cuáles son las potencialidades y los déficits del gobierno?

-Como potencialidad está la búsqueda de brindar calidad de servicios. Por nombrar algo, un 70% de la ciudad tiene gas natural. La seguridad sigue siendo un área difícil, la economía del Estado también es preocupante porque hay que lidiar con la economía nacional. Hemos tenido un crecimiento importante que en la Villa se empezó a dar cuando mejoramos los accesos. Ese crecimiento, descompensado por cierto, trajo buenas y malas, por un lado nos puso en la obligación de trabajar para definir hacia dónde debemos crecer, a buscar puntos de encuentro entre los viejos y los nuevos pobladores, y apareció la chance del polo gastronómico, todo mixturado con nuestra intención de armonizar con políticas inclusivas.

-¿Y cómo se prepara Villa Allende de cara a las urgentes necesidades de recuperar el ambiente?

-No es la Villa una ciudad contaminante, la única actividad es la cantera, y en ese sentido hemos potenciando las ordenanzas de “reserva y patrimonio”. Empezamos un convenio con Coca Cola mediante el cual se pusieron puntos de depósito de plásticos. Estamos instando a la separación en origen de la basura. Pero creo que no hay que hacer demagogia con el ambiente y cada uno tiene que hacerse cargo de lo que genera, hasta alcanzar cambio de hábitos. Pronto vamos a inaugurar una máquina que gestionó Alejandro Giussano (ex secretario de Obras y Servicios Públicos que renunció) con fondos del INTI, una trituradora a gran escala para la poda, que irá en el predio que acondicionamos frente al cementerio. Estamos evaluando la consecución de una máquina reductora de escombros también. Y puedo adelantar la conformación de patrullas ambientales con la colocación de una oficina-contenedor en la intersección del camino San Fernando y Pan de Azúcar, con la idea de instalar una segunda en el desvío a Unquillo por ese mismo camino, todo con la idea de evitar que gente desaprensiva arroje basura a granel de manera indiscriminada. Aprovecho para recordar que incorporamos a Santiago Carmona en la dirección de Ambiente (lo reemplaza a otro renunciante, Matías Aparicio).

Miserach a la política

-¿Te ves ocupando la intendencia de la ciudad?

-Hay un proceso que tiene que conjugarse para eso. A quién no le gustaría ser intendente de la Villa… Hoy no me veo porque estoy abocado a trabajar para la gestión de Eduardo y porque él me convocó para eso.

-Si alguien te convocara a ser candidato, ¿con qué partido te gustaría?

-Si eventualmente me llegara una propuesta así, me gustaría algo vecinal donde pueda convocar a gente de distintos partidos. Soy radical, tengo amistad con muchos justicialistas incluso, pero me inclinaría por algo más amplio, Cambiemos quizá. Habrá que esperar porque de lo que sí estoy seguro es que va a haber una renovación a todo nivel.

Opinan “los de afuera”

Heriberto Martínez, ex intendente y ex diputado nacional de la UCR, recordó a Miserach como un “excelente chico, con mucha experiencia en la gestión, se preocupó de aprender, es muy activo, no sabe lo que es ser ñoqui, muy trabajador en todas las gestiones”. Y sentenció: “Es de origen radical, lo sigue siendo, pero tiene puesta la camiseta de la ciudad y creo que por eso trabaja y se ocupa colaborando con el Gato (Romero), más allá de su partido o color político”.

Daniel Zabala, tribuno de Hacemos por Córdoba, sostuvo que el municipio “está acéfalo de liderazgo, de alguien que tome las medidas necesarias para sacar adelante una gestión que solo hace agua, situación que quedó ostensiblemente en evidencia a partir de lo que significó readecuar nuestra forma de vivir a la pandemia, y no lo digo sólo por criticar, sino tratando de entender y analizar por qué pasan las cosas. No es casualidad que en los últimos meses hayan renunciado tres funcionarios clave (la secretaria Desarrollo Social, y los directores de Ambiente y Desarrollo Económico); y la conclusión se potencia: cuando la falta de liderazgo es visible, pasan estas cosas”. Zabala aprovechó el contacto con La Unión para “repetirle” al intendente que “desde nuestro espacio político y social estamos a su disposición para ayudar a planificar la ciudad que  queremos, porque Villa Allende somos todos”.

Fernando Agostini, presidente del Comité de Circuito de la UCR, consideró que hacer un análisis de la gestión municipal en estos momentos pandémicos “sería poco objetivo”, pero sí deslizó que el intendente Romero está llevando un gobierno de similares características al primero, “no notándose una capitalización de las experiencias acumuladas en dicho período, observando cierta inestabilidad política que se manifiesta por la cantidad de cambios de funcionarios que se fueron y que dificultan la continuidad de un proyecto de gobierno”. De todas formas, Agostini subrayó “positivamente” la organización que tiene el Equipo de Salud Municipal y la tarea que se viene desarrollando en Acción Social para los más carenciados.

Héctor Colombo, ex intendente peronista, señaló que “es realmente difícil hacer un análisis de la gestión municipal” y que sólo puede dar “una percepción de cómo está el municipio”. Y comentó: “La dificultad se encuentra en la falta de información estadística, la inexistencia de datos y la ausencia de planificación que nos permita saber cuál es el objetivo y el rumbo del gobierno, y teniendo en cuenta las limitaciones por la pandemia, debo decir que observo funcionarios municipales cumpliendo con esfuerzo su rol, tanto Martín Miserach, Iván Peralta, Cecilia Rouadi, Claudia Bustos, entre otros tantos, poniendo su profesionalismo, experiencia y conocimiento en el desempeño de sus funciones”. Y en esa misma línea, Colombo destacó “la ausencia del conductor y líder de esta gestión, nuestro intendente Eduardo Romero”, porque “da la sensación que la desvinculación de hombres y mujeres del PRO de la gestión, como Pablo Cornet, Carolina Stuart, Alejandro Giussano, Santiago Copertari, Agustín García del Pino, Máximo Mansilla, Santiago Mansilla, Diego Klimowicz, etc., dejaron solo al Intendente, que hoy se recuesta en funcionarios de la planta permanente del municipio”. Al igual que Zabala, Colombo opinó que el Ejecutivo “debe generar el diálogo político necesario para construir desde el consenso”.

Finalmente, otro peronista que se mueve en forma constante desde la Fundación Fadis, Lucas Alonso, indicó que hace falta “un gobierno con ideas creativas como insumo irremplazable desde donde pensar las acciones de gobierno”. Y fue al hueso: “El gobierno de Romero lleva seis años sin ideas que se conviertan en proyectos. Si hacemos el ejercicio de nombrar una obra significativa que se haya realizado en su gestión, no hay. Un gobierno sin ideas nuevas ni proyectos es un gobierno sin argumentos para generar soluciones. Una gestión en punto muerto, sin obras ni identidad”.

Fuente: launionregional.com.ar