Medio ambiente y sustentabilidad
¿Y si vamos de la contaminación a la solución?
La contaminación por plásticos de un solo uso no es cosa de un solo país. Alrededor del mundo, sobre todo en nuestros océanos, se pueden ver las consecuencias de una mala o carente gestión de residuos. ¿Cómo accionar para revertirlo?
Por Redacción El Resaltador • 17/11/2021 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
La contaminación es una temática que muchas veces suele tratarse solo desde el problema, sin pensar en la solución posible. Al respecto, desde el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicaron el informe «De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos». Este documento servirá de guía para los debates en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5.2) en marzo de 2022.
El informe indica que los plásticos también son un problema climático. Utilizando un análisis del ciclo de vida, se estimó que en 2015 los plásticos estuvieron relacionados con la producción de 1,7 gigatoneladas de CO2 equivalente (GtCO2e). Se proyecta que para 2050 esta cifra aumente a aproximadamente 6,5 GtCO2e 15% del presupuesto mundial de carbono.
Asimismo, en este documento se detalla que el plástico representa el 85% de los residuos que llegan a los océanos y advierte que, para 2040, los volúmenes de este material que fluirán hacia el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. Esto significa alrededor de 50 kg de plástico por metro de costa en todo el mundo, o al peso de hasta 178 Symphony of the Seas, el crucero más grande del mundo.
En consecuencia, todas las especies marinas -desde el plancton y los moluscos, hasta las aves, las tortugas y los mamíferos- corren riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia. Además, los corales, los manglares y los pastos marinos quedan sofocados por los desechos plásticos, que les impiden recibir oxígeno y luz.
Nuestro cuerpo también sufre las consecuencias
Los plásticos no se biodegradan, o sea que no se descomponen de forma natural sin dañar al ambiente. En cambio, se van deshaciendo con el tiempo en fragmentos cada vez más pequeños, conocidos como microplásticos y nanoplásticos, que pueden tener importantes efectos adversos.
El cuerpo humano también es vulnerable a esta contaminación que generan los residuos plásticos. Puede causarnos cambios hormonales, trastornos del desarrollo, anomalías reproductivas y hasta cáncer. Sucede que las partículas son ingeridas cuando las personas comen animales marinos, en algunas bebidas e incluso la sal común. A la vez, estos microplásticos penetran en la piel y pueden ser inhalados cuando están suspendidos en el aire.
La salud ambiental está estrechamente ligada a la salud humana. Se han encontrado microplásticos incluso en pulmones, hígado, bazo y riñones. Incluso, un estudio reciente detectó microplásticos en las placentas de recién nacidos. Estas sustancias químicas se han relacionado con alteraciones endocrinas, trastornos del desarrollo, anomalías reproductivas y cáncer.
La basura marina y su consecuente contaminación por plásticos afectan también a la economía mundial. Los costos que acarrea la contaminación por plásticos en el turismo, la pesca, la acuicultura y otras actividades, como las limpiezas, se estimaron en US$ 6.000-19.000 millones en 2018. En este sentido, se proyecta que para 2040 podría haber un riesgo financiero anual de US$ 100.000 millones para las empresas si los gobiernos exigen que cubran los costos de la gestión de residuos en los volúmenes esperados.
«Los plásticos constituyen la fracción más grande, dañina y persistente de la basura marina y representan al menos un 85% del total de los desechos que hay en el mar».
Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Dos leyes sustentables se abren paso en Diputados
El martes 19 de octubre, se presentaron a la Cámara de Diputados dos proyectos de ley sobre la utilización de plásticos de un solo uso, con transición hacia la industria verde, y sobre el fomento de la creación de un sistema unificado nacional de separación y promoción de la llamada “economía circular”.
Las iniciativas llevan la firma del diputado nacional por el Frente de Todos de San Luis, Carlos Ponce. Ambas cuentan con el apoyo de más de una treintena de legisladores, y fueron giradas a la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano.
El primer proyecto tiene como objetivo establecer los presupuestos mínimos para la producción, comercialización y uso sustentable de plásticos de un solo uso, que permita la transición de la industria a un modelo de economía circular y sustentable. Por su parte, el segundo establece los presupuestos mínimos para la transición progresiva de la industria a la economía circular.
Ejemplos de economía circular alrededor del mundo
En el mundo, podemos encontrar países, ciudades y otros territorios cuyo ejemplo de sustentabilidad no debe ser motivo de frustración, sino de inspiración.
Las Islas Marshall, por ejemplo, instituyeron en 2016 una prohibición a la importación, fabricación, venta o distribución de vasos y platos de poliestireno; vasos y platos de plástico desechables; y bolsas de plástico para la compra. Esta medida no solo dejó de lado estos productos, sino que busca promover al mismo tiempo las bolsas de papel reciclado y las bolsas reutilizables.
Por su parte, Panamá instauró la prohibición de bolsas de plástico en 2018, la cual entró en vigor en 2020. La normativa elimina las bolsas de plástico livianas o delgadas para la manipulación y seguridad de los alimentos. Paralelamente, en 2015, Portugal introdujo un impuesto a los productores de 0.10 euros por unidad para ciertos tamaños de bolsas de plástico. Cuatro meses después, el consumo de estas bolsas disminuyó 74%
De manera similar, en 1999, Dinamarca introdujo impuestos a los envoltorios plásticos basados en su peso. A la vez, después de la introducción del impuesto sobre las bolsas de supermercado, la reducción en el uso de papel y plástico en Dinamarca se estima en alrededor de un 70%.
Así, tanto Portugal y Dinamarca han utilizado estas medidas económica para aumentar el uso de productos reutilizables y reciclados.
Otros ejemplos para inspirarse
En Estados Unidos, los fabricantes y proveedores de envoltorios deben entregar a sus compradores un certificado de cumplimiento. ¿De qué se trata? El mismo indica que el envase no excede las concentraciones permisibles de metales pesados regulados, debido a contenido reciclado. Sobre este tema, los programas de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) pueden garantizar que los fabricantes sigan siendo responsables de los productos de plástico de un solo uso para sus productos. En el caso de Argentina, los programas REP son tenidos en cuenta en el proyecto de Ley de Envases.
Respecto a Alemania, por ejemplo, un sistema de Responsabilidad Extendida del Productor adoptado en 1991 permitió que a 1998, la ordenanza resultara en una reducción estimada de residuos de 1 millón de toneladas.
En Finlandia, bajo el esquema de Responsabilidad Extendida del Productor, todos los envasadores de productos, o los importadores de productos envasados considerados productores, son legalmente responsables de organizar un sistema de recolección y reciclaje para los residuos de envases plásticos que ingresan a los mercados. Hace 5 años, en 2016, la tasa de retorno de PET fue del 92%.
Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) e Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés)