Córdoba obrera
“En la puja distributiva que se viene, debemos lograr un aumento de los salarios reales”
Por Miguel Apontes • 31/12/2020 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
Federico Cortelletti, el secretario General de la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial (Agepj), dialogó con ACNoticias. En tren de evaluar el difícil año que culmina y las perspectivas para 2021, aseguró que “sin dudas el rol del movimiento obrero en esta etapa no es igual al de la anterior».
Además de conducir el gremio de los judiciales de la provincia, Cortelletti integra desde hace un año la conducción de la CGT Regional como secretario de Prensa y Difusión. En la postrimería de un año particularmente difícil, donde a una profunda crisis económica y social sobrevino la pandemia del Coronavirus, la conversación giró en torno a los balances y perspectivas desde el lugar de la Agepj y de los sindicatos cordobeses en general.
ACNoticias: ¿Cómo evalúan desde el gremio el año que termina?
F.C.: Para las y los judiciales ha sido un año difícil, de lucha. Con reclamos que datan de 2019, por el cumplimiento de los acuerdos salariales que básicamente consisten en pagar en la provincia los ajustes por inflación (pauta) que determina la Corte Suprema. Esto se incumple en Córdoba permanentemente. Se logró que pagaran el aumento al básico de noviembre y diciembre de 2019 y la recuperación de la mayor parte de retroactivos adeudados. A su vez, para 2020 la Corte determinó hasta el momento un magro 10% de aumento al básico y es inminente un nuevo tramo. Cada uno de esos aumentos nos demandó una acción gremial para su concreción. Solo en 2020 se llevaron adelante 20 paros de actividades.
ACNoticias: Y hasta hace pocos días tuvieron un conflicto, un paro de dos días…
F.C.: El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y el Ministerio Público Fiscal (MPF) actuaron sin un criterio general que cuide la salud de las y los trabajadores. Tomaron decisiones que violan derechos laborales básicos. Ante la progresiva flexibilización (incorporación de mayor cantidad de personal presencial), desorganizada, que están llevando adelante las autoridades en relación a las condiciones de bioseguridad donde desempeñamos nuestras tareas las empleadas y empleados judiciales, desde el gremio dispusimos un “paro sanitario”. Exigimos el cumplimiento de protocolos y medidas de bioseguridad para afrontar esta nueva etapa que se ha abierto en la provincia y el país en cuanto a la pandemia. La medida de fuerza fue parte de una gran cantidad de gestiones y acciones gremiales tendientes al cuidado de la salud de los compañeros y compañeras. La pandemia obligó a estar activos desde marzo para exigir la feria sanitaria, la provisión de elementos de seguridad e higiene en los lugares de trabajo y los protocolos con los cuales se retomó rápidamente la actividad presencial. Debo decir que jamás se dejó de trabajar de manera presencial (fiscalías, policía judicial, unidades judiciales, médicos, trabajadores sociales y psicólogos). Sin lucha no hubiese habido nada de ello. Sufrimos la perdida temprana de una compañera del fuero laboral y sumado a las acciones gremiales el empleador recién allí comenzó a cumplir con las demandas gremiales. El último paro se debió a una flexibilización indebida de los cuidados y protocolos logrados en pandemia.
ACNoticias: ¿Cómo les fue con el “teletrabajo”?
F.C.: Con un esfuerzo sobrehumano, el Poder Judicial digitalizó la mayoría de los procesos y se instauró el “teletrabajo”. En un comienzo permitió la rotación del personal de acuerdo a los protocolos. Es decir, una parte de la actividad es presencial y la otra teletrabaja, para luego rotar. Sin embargo, no escapamos a los problemas aparejados por el teletrabajo: jornadas indefinidas, falta de provisión de elementos de trabajo o el no reconocimiento de las cargas familiares. Desde Agepj presentamos un proyecto de regulación del teletrabajo al TSJ, tanto para la pandemia como para la pos pandemia. Aún no hemos recibido respuesta.
ACNoticias: Ya desde su rol en la conducción de la CGT Regional, ¿qué perspectivas avizora para 2021, en cuanto a avanzar hacia la «unidad» y a lo que se espera de un año activo para recuperar el salario?
F.C.: La unidad en la acción se ha dado infinidad de veces en el período del gobierno de (Mauricio) Macri, un gobierno adverso al movimiento obrero sin dudas, y que demandaba cerrar filas para enfrentar sus políticas. En ese escenario, en Córdoba hubo varias demostraciones de esa unidad en la acción. Sin embargo, tanto por cuestiones personales, como por alineamientos políticos (y también ideológicos), existen varios nucleamientos en Córdoba y no creo que esto vaya a cambiar en lo inmediato. De todas maneras, desde mi punto de vista, existe un único nucleamiento con dinámica de central sindical, con mayoría absoluta de sindicatos que lo integran y con poder de fuego real que hegemoniza en el movimiento obrero: es la CGT Regional Córdoba. En la etapa abierta por el gobierno de Alberto Fernández, sin dudas el rol del movimiento obrero no es igual al de la etapa anterior, pero obviamente será decisivo en la puja distributiva que habrá a la salida de la recesión más larga que hemos vivido.
ACNoticias: Desde el Gobierno Nacional se han dado señales en cuanto a que «la recuperación económica dependerá en gran parte de la recuperación de los salarios»…
F.C.: Esa claramente es una señal, pero el movimiento obrero debe garantizar mediante su acción que esto se concrete en la realidad, en cada paritaria de los distintos sectores industriales, de servicios y también en el Estado.
ACNoticias: ¿Y las perspectivas del movimiento obrero cuando, si bien la pandemia aún no se disipó, la aparición de la vacuna incita a pensar en un camino hacia la normalidad?
F.C.: Como decía, el rol es diferente al de la etapa de enfrentamiento abierto a las políticas neoliberales. Requiere de acuerdos políticos y económicos que permitan el despegue económico, pero con cuidado de los puestos de trabajo y los derechos laborales. Requiere de acompañamiento a las políticas de recuperación del Gobierno Nacional, de desendeudamiento, a una política previsional más equitativa y un fuerte posicionamiento en la puja distributiva que permita el aumento de los salarios reales, que es lo que impactará directamente en el mercado interno para terminar con la recesión.